1.2 Una perspectiva tecnológica
LOS ORÍGENES DE
INTERNET: ARPA
Es en momentos de
adversidad cuando el ser humano y su ingenio dan vida a cosas maravillosas. Así
sucedió con Internet, cuyo nacimiento tuvo lugar al calor de un
enfrentamiento de dimensiones mundiales que enfrentó al bloque comunista
de la URSS contra el bloque capitalista, encabezado por Estados Unidos. Este
conflicto fue denominado como Guerra Fría.
Las tensiones tuvieron
lugar sobre un trasfondo político e ideológico que se extendió a otras
esferas como la economía o la ciencia. Y fue en este último campo donde se
alcanzaron avances trascendentales para la humanidad. La rivalidad tecnológica
entre ambos bloques bélicos era más que evidente y se focalizó en torno a tres
grandes objetivos: la carrera espacial, el armamento nuclear e Internet.
Así nació Internet, a
finales de los años 60 en el contexto de La Guerra Fría como una
herramienta que garantizase las comunicaciones estatales en caso de amenaza
nuclear. Su creación fue obra de ARPA, la Red de la Agencia de Proyectos
de Investigación Avanzada a cargo del Departamento de Defensa de Norteamérica.
La función de ARPA, nacida en 1958, era y continúa siendo acompañar el
desarrollo de nuevas tecnologías con fines militares.
Tras varios años de
investigaciones con la meta de establecer una red de comunicación segura
para transferir documentos o datos entre los diferentes sistemas, los
avances se fueron haciendo patentes. En 1965, una computadora ubicada en el
Estado de Massachusetts, al este de EE. UU. logró enlazar con otra situada en
California, en el extremo oeste del país, mediante los protocolos conocidos
como “conmutación de paquetes”.
¿CUÁNDO NACIÓ INTERNET?
1969 es el año en el
que nació Internet. Esta fecha ha sido consensuada por los
historiadores para establecer el nacimiento de Internet. ya que fue
entonces cuando se creó ARPAnet (Advanced Research Projects Agency
Network), una red informática que permitió conectar a diversas universidades
norteamericanas.
A pesar de que el
destino de ARPAnet era estrictamente militar, este innovador sistema de
comunicaciones pronto atrajo las miradas de diferentes profesionales de todo el
mundo. Las posibilidades que abría esta nueva tecnología eran realmente
infinitas, y la aplicación comercial era una de ellas.
A comienzos de los años
70, Robert Kahn y Vinton Cerf desarrollaron un nuevo protocolo de
comunicación conocido como TCP/IP (Transfer Control Protocol/Internet
Protocol) destinado a la transmisión de información entre redes
interconectadas. Pero no fue hasta 1983 cuando ARPAnet adoptó
el protocolo TCP/IP dando como resultado la definición incipiente de Internet.
Sin duda, este fue un punto de inflexión en la evolución de Internet acelerando
su expansión.
La cantidad de usuarios
que estaban conectados a la red creció significativamente e Internet comenzó a
internacionalizarse. El uso de la red se limitó al intercambio de emails y a
servir como fondo documental en el que almacenar la información global. No
obstante, localizar e identificar la información todavía continúa siendo
una tarea bastante compleja.
La solución llegó
en 1989 de la mano de Tim Berners-Lee, científico británico del
CERN (Organización Europea para la Investigación Nuclear) en Suiza, quien
presentó un software basado en protocolos que permitían visualizar la
información desde cualquier nodo de la red a través del hipertexto conocido
como HTML. El lenguaje marcado de hipertexto permitía incrustar objetos,
imágenes y vídeos. Sin duda, todo un gran avance. Junto a ella se desarrollaron
otras especificaciones como la URL o el HTTP (Protocolo de Transferencia de
Hipertexto)
La llegada del nuevo
siglo trajo consigo la evolución hacia la llamada Web 2.0, también
conocida como “web social”. En aquel momento, Internet dejó de ser algo
estático para permitir al usuario interactuar con el contenido. Ya no solo
podía acceder y consultar la información, sino también crearla y enviarla a los
servidores para obtener información más concreta e incluso obtener resultados
de contenido generado por el usuario o UGC (User Generated Content).
Esta interactividad transformó
los servicios de software. Fue la era del boom de los blogs y el intercambio
multimedia. También fue el momento del nacimiento de las Redes Sociales.
De hecho, la primera Red Social había nacido rayando el final del siglo XX.
Concretamente fue en 1997 cuando apareció sixDegrees.com, que consiguió
acumular cerca de un millón de usuarios antes su desaparición.
Hot or Not Hot,
Friendster o MySpace fueron las siguientes Redes Sociales en aparecer en escena
entre el año 2000 y 2003 cosechando altos niveles de popularidad. Tal es así
que MySpace llegó a concentrar a 25 millones de usuarios en 2005. Un año antes
había comenzado a caminar la Red Social por excelencia: Facebook.
Lo que empezó como un
proyecto universitario en Harvard intentando imitar la experiencia de Hot or
Not, se ha acabado transformando en una de las empresas más potentes de todo el
mundo liderada por Mark Zuckerberg. Actualmente cuenta con más de 2.449
millones de usuarios en todo el mundo.
Otra de las compañías
que domina del mundo online actual es Google, que dio sus primeros pasos
poco tiempo después, en 1998. también como un proyecto universitario a manos de
Larry Page y Sergey Brin. A día de hoy es el buscador más utilizado en
todo el planeta superando el 90 % de la cuota de mercado.
Al calor de esta
revolución fueron desarrollándose un nutrido grupo de plataformas sociales,
algunas de las cuáles continúan liderando el panorama del Marketing
Digital actual como Flicker, Twitter, WordPress o YouTube.
Esta última Red Social,
se ha convertido en el segundo motor de búsqueda más potente del mundo detrás
de Google y acapara más de 2.000 millones de usuarios a nivel mundial. Por
detrás de YouTube se sitúa la archiconocida red de mensajería WhatsApp,
creada en 2009.
En 2006, Internet ya contaba con 1.100 millones de usuarios en todo el mundo. Ese mismo año apareció por primera vez el concepto de web semántica o Web 3.0, una evolución de la anterior donde la inteligencia artificial tiene mucho que decir.
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